domingo, 5 de julio de 2009

NO SOLUTIONS ONLY PROBLEMS





“La energía del público chileno era tibia y eléctrica e hizo que los shows fueran un éxito. Particularmente la primera noche en Santiago, cuando Thom tuvo media hora de problemas con su sonido. Todos los fans fueron al mismo tiempo muy pacientes y entusiastas, dos estados muy difíciles de combinar. Nosotros estamos muy agradecidos y amamos el público de ambos días. Miré las filas de fans cuando ingresábamos al estadio, quisimos saltar y juntarnos con ellos y conocerlos pero no tuvimos tiempo.”
Colin Greenwood
Muy tarde por la noche del 26 de marzo, comentando como había estado la primera presentación de Radiohead en Santiago de Chile, Lady Newell enviaba a sus amigos un email que decía “When the sound is bad, they play the best music”. Sin embargo, ella jamás hubiese imaginado que los problemas de sonido del show iban a ser el comienzo de un sinfín de dificultades imposibles de solucionar.

Se metió bajo la ducha y mientras el agua caliente caía sobre su cabeza recordaba los picos de nieves eternas vistos desde el avión al cruzar la cordillera de los Andes. Estaba cansada pero feliz, realmente había sido una big idea seguir el Latin Tour. Y poder estar también allí, en el show del 27, en el cierre de la gira In Rainbows.

Antes de irse a dormir desarmó su mochila. Mientras acomodaba el vestido que esa tarde había comprado en la tienda del WASTE , buscó los tickets. De pronto, se dio cuenta que el ticket del show del 26 está intacto; en cambio, el ticket para el show del 27 estaba cortado. Un súbito vértigo la invadió, las palpitaciones le subieron a la garganta y las manos le temblaban cuando agarró los tickets y volvió a mirar atentamente las fechas de ambos shows. No lo podía creer: el ticket del show pasado estaba entero; en cambio, el ticket para el día siguiente estaba cortado.

Se sentía totalmente aturdida. Sería posible que ella entregase el ticket equivocado ¿? Y que tampoco el personal de control se hubiese dado cuenta del error ¿? Un frío mortal se apoderó de su cuerpo. Y ahora qué iba a hacer ¿? Cómo iba a conseguir entrar al show del 27. Era evidente que con el ticket cortado no le permitirían el ingreso al estadio.

OMG ¡! Fucking Tickets ¡!! desesperada se dejó caer sobre la cama. Había viajado desde London hasta el fin de mundo para ver los shows de Radiohead. Pero allí estaba, en un Bed&Breakfast en el barrio de Las Condes, sin poder estar en el cierre de la gira. Sencillamente se quedaba afuera. Agarró la manta, se tapó hasta la cabeza y pensó: El PROBLEMA NO TIENE SOLUCION.

No logró pegar un ojo en toda la noche. Primero se angustió, luego se deprimió, por último, elucubró soluciones. Al amanecer ya tenía todo planeado:
Plan A: entrar con el ticket del día anterior engañando el control del estadio.
Plan B: canjear el ticket por uno válido.
Plan C: llamar a Oxford para conseguir un contacto.

Temprano fue a desayunar a un Mc Donald´s, telefoneó a Oxford y logró que sus amigos le dieran el nombre de un miembro de la producción de Radiohead.
A media mañana ya estaba en el estadio. Las filas eran interminables, muchos fans habían acampado toda la noche, una multitud esperaba ansiosa en las cercanías de la cancha. No se veían borrachos ni drogados tampoco parecía que pudiese haber violencia o tumulto. Sin embargo, los carabineros vigilaban, algunos a pie pero otros montados a caballo.

Lady Newell observaba la escena. Recordaba las historias que se cuentan sobre la dictadura de Pinochet y la represión ocurrida en 1973, allí mismo, en el Estadio Nacional, donde asesinaron a Victor Jara. La sola presencia de los carabineros infunde temor y respeto. El plan A se desbarataba, ya que intentar pasar de modo ilegal el control policial era demasiado peligroso.

Trató de no desalentarse y encaró la boletería. Pidió que le cambiaran el ticket, explicó lo sucedido, argumentó todo tipo de razones, pero nada daba resultado, no había caso, todos lamentaban la situación pero nadie podía resolverla. Esperó un rato, intentó tranquilizarse y volvió a insistir. Pidió hablar con alguien de mayor jerarquía. Entonces la empleada de la boletería le indicó que se fuera, que estaba obstaculizando el paso, que su problema no tenía solución.

Lady Newell salió de la fila y se sentó al pie de un totem de la Isla de Pascua. Hacía calor, las filas de fans eran interminables y el predio comenzaba a poblarse de vendedores ambulantes que regateaban merchandising de la banda. Se sentía totalmente perdida, el plan B tampoco había resultado. No sabía qué hacer.

Decidió encarar el Plan C. Pero dónde iba a encontrar a la gente de la producción de la banda. En el hotel, en el bus, en el estadio, en ningún lado. Era un plan delirante.
Una densa tristeza empezó a invadirla. Recordó que su amiga Julifemme le había contado que nada temía en sus viajes porque estaba convencida de que una fuerza benefactora la acompañaba. No parecía ser su caso ya que ningún dios la protegía. Mientras tanto, el sol castigaba a la multitud, al menos la sombra de totem le evitaba una insolación. Abrumada por las complicaciones, Lady Newell parecía un alma desangelada.

Cómo podía estar suciendo semejante desgracia ¿? Si había consultado el oráculo de las Hadas de Avalon y le habían presagiado que era tiempo propicio para viajar. Aunque también habían vaticinado que el 26 de marzo el que estaba astralmente muy mal aspectado era Thom Yorke. Tal vez por eso el show del día anterior había tenido tantos contratiempos.

La sed la devoraba. Así que empezó a caminar buscando donde comprar una botella de agua. Avanzar entre la multitud no era fácil, había que sortear puestos de venta, esquivar policías, pedir permiso para cortar las filas, evitar que la atropellaran los carros. Y así, con dificultad, caminó y caminó, bordeando el estadio. Hasta que de pronto vio con un portón vigilado por una puesto de guardia. Se acercó despacio y con su mejor acento español encaró al carabinero. Intentaba explicar su situación pero el policía tan amable como inflexible la miraba como si no entendiese nada o ella estuviese completamente loca. Qué solicitaba ¿? que la dejaran ingresar ¿? que buscaran a no sé quién. No había caso, el acceso al estadio estaba bloqueado.

Vencida por los problemas, se sentó en el suelo esperando un milagro. Cerró los ojos y en su cabeza comenzaron a aparecer las imágenes del show del día anterior. Sintió consuelo al recordar que durante el encore Radiohead había tocado A wolf at the Door ¡! Y eso ya solo justificaba el viaje ¡! Ella, que junto a sus friends habían producido Loup bajo la inspiración de esa canción, en realidad nunca había podido escucharla en vivo. Haberla visto bien valía la pena ¡! Porque, a decir verdad, la performance había sido espectacular. La carga dramática de la interpretación impregnó el estadio sintetizando la tensa emoción vivida durante aquella noche. El cuerpo de Thom dibujando el combate y su voz dejaba escuchar la risa del lobo.

http://www.youtube.com/watch?v=AwTp1UVe8pU&eurl=http%3A%2F%2Fwww%2Eexitmusic%2Ecom%2Ear%2Fforum%2Ftopic%2Ephp%3Fid%3D230&feature=player_embedded


Y allí estaba cuando de repente se abre el portón y de una Land Rover bajan varias personas que comienzan a descargar cajas del WASTE. Entonces identifica al dueño de Lee Chi, el famoso shop de la Galería Bond Street que ella visita cuando está en Buenos Aires. Se le acerca y mientras descargan camisetas de Radiohead, le explica su problema. Sin embargo, él le dice que no tiene acceso, que no conoce a casi nadie y que lamenta no poder ayudarla.
Derrumbada contra el portón del estadio, Lady Newell lloraba desconsoladamente. Encima un espantoso recuerdo la asaltó: al arribar al aeropuerto de Santiago, Thom Yorke lucía una camiseta que decía: “My life is almost finished”.

“¿Qué le pasa mi reina? Escuchó ¿Por qué llora? Se enjuagó las lágrimas y vio a un señor que nuevamente le preguntaba “¿Qué le pasa mi reina? “

Ella no comprendía bien la situación pero igual le explicó su problema. Entonces el hombre pidió que le mostrara los tickets. Luego ordenó al carabinero que abriera el portón y ambos ingresaron. “¡Vamos mi reina ¡ venga conmigo ¡ Yo le voy a resolver el problema ¡.

Ingresaron al estadio y mientras caminaban el hombre se presentó. “Mire mi reina, soy El Colombiano y la voy a ayudar porque usted tiene razón. Ayer se equivocaron y le cortaron mal el ticket. Además usted es extranjera ¿verdad? y dígame ¿se ha venido hasta Chile para escuchar esta porquería? Yo trabajo aquí y no me queda más remedio que soportar esta música y esta clase de gente. Dicen que son ingleses ¿no? piratas ¡! piratas ¡! nosotros los hemos padecido, sé bien lo que digo porque soy de Cartagena. ¿Conoce Cartagena? Por qué no viaja a Cartagena, tenemos muy buena música: vallenato, cumbia, salsa. En cambio, aquí anoche en vez de música se escuchaban alaridos.”




Avanzaban por la parte trasera del estadio, a través de una zona de jardines, luego entraron a un edificio. El Colombiano iba delante saludando y abriendo puertas, ella totalmente desorientada lo seguía. “Mire mi reina, vamos a ir ver al Señor Peña que es el mandamás aquí. Usted ni abre la boca, yo me encargo y si él la autoriza, entonces mi reina, está todo resuelto”

Siguieron hasta llegar a una oficina. El Colombiano le volvió a pedir los tickets y le preguntó si tenía pasaporte. Los minutos pasaban, la ansiedad la devoraba y ella temía lo peor. Al rato, El Colombiano volvió. ¡Todo resuelto mi reina ! el Señor Peña autoriza su ingreso, aquí tiene la credencial para que pueda circular.

WOW ¡! Sus problemas estaban solucionados ¡!!.. Y así entre agradecimientos y abrazos se despidieron.

Cuando El Colombiano se fue, Lady Newell caminó por un largo pasillo, no logrando comprender del todo dónde se hallaba. Totalmente desorientada seguía sin rumbo en busca del Golden Circle.

Se cruzó con un grupo de militantes ambientalistas que lucían camisetas con el logo de CODEFF. Estaban trasladando pancartas y organizando las planillas de recolección de firmas de la campaña de preservación de glaciares.

Tanto en Buenos Aires como en Santiago, las pantallas gigantes de Radiohead habían transmitido un video de denuncia contra la destrucción de los glaciares andinos por las multinacionales mineras

http://www.youtube.com/watch?v=CUiyS7NL42o.

El compromiso de Radiohead con el ambientalismo es de larga data pero en In Rainbows Tour la intervención ecológica se potenció. A partir de las conclusiones elaboradas por el informe ambiental de Best Food Foward , la decisión política de la banda de disminuir su huella de carbono (el impacto ambiental provocado por la gira) se materializó en muchos aspectos.
Lady Newell recordaba que además de trasladar todos los equipos en barco y privilegiar la elección de estadios accesibles por transporte público; en Barcelona, la banda había logrado presionar a la empresa productora del Dream Festival. Así no solo se recicló la basura generada por el festival, sino que junto con la distribución de los famosas botellas de reemplazo al envase plástico, se había previsto la reducción del consumo de papel. Por eso, tanto el programa del festival como el asesoramiento para el consumo responsable de drogas elaborados por Energie Control se podían descargar directamente al teléfono móvil de los fans.

Continuó su camino por un pasillo que desembocaba en un amplio ambiente atestado de gente. Mostró su credencial y entró. La escena era ajetreada: roadies, cables, plomos, equipos de sonido, macbooks, técnicos, micrófonos, flight cases, monitores, botellas de agua y guitar cases. Se detuvo a observar, justo cuando unos técnicos que trasladaban equipos le pidieron que no entorpeciera el paso. Ella se excusó, mas era evidente que no podía quedarse allí, así que avanzó tratando de no toparse con nada. Tomó otro pasillo, dobló y dio con una escalera, bajó y, de repente, estaba en el Golden Circle.

El estadio estaba completamente vacío. Escuchó voces, se dio vuelta y no pudo creer lo que veía. En el escenario, Graham Lees, el ingeniero de sonido, no paraba de dar órdenes. Controlaba el ajuste de los sistemas de monitoreo, los amplificadores y los divisores de consola. Entre tanto, Plank, el ingeniero de guitarras, ajustaba micrófonos.
A su vez, los plomos empujaban equipos de sonido y extendían cables.

El equipo de producción circulaba esquivando los tubos de luz que durante los shows transforman el escenario en un bosque fosforescente. Otros comprobaban el buen funcionamiento de las pantallas gigantes proyectando publicidad de una marca de cerveza. Junto a las torres, tres iluminadores se colocaban los arneses antes de trepar por las columnas. A un costado, Andi Watson, el ingeniero de luces, controlaba el sistema lumínico de bajo consumo energético, que envuelve al escenario bajo un magestuoso arco iris.

Mientras tanto, el personal de seguridad del estadio charlaba, totalmente indiferente a lo que estaba sucediendo sobre el escenario. En cambio, Lady Newell apoyada contra las vallas, a poco más de un metro, observaba atentamente. Jamás se hubiese imaginado que iba a ser testigo de la prueba de sonido de Radiohead y aunque no lograba entender bien qué era lo que estaban haciendo, por nada del mundo iba a perderse ni un detalle.

En su rincón, Jonny rodeado de aparatos conversaba con Duncan Swift, quien a cargo de la gestión de instrumentos, estaba afinando las quince guitarras. Al fondo unos asistentes armaban la batería bajo la atenta supervisión de Phil. Nigel Godrich, sentado sobre un bafle tecleaba su laptop. Colin, con auriculares puestos, parecía muy acalorado, transpiraba su camiseta que decía SLANG y bebía constantemente de su botella metálica. Ed leía unos papeles y los acomodaba sobre la bandera del Tibet que cubre el órgano. Y Thom, luciendo gorra de vicera y gafas de sol, seguido por un séquito de técnicos, estaba chequeando todas las conexiones.

El altísimo nivel de soporte era evidente, la tecnología apabullante y el soundcheck obsesivo. Habitualmente la calidad sonora es insuperable. Y aunque la tecnología está presente tanto en las líricas como en la imagen, durante los shows la eficiencia técnica logra que la música fluya como por arte de magia. Pero ahora la banda revelaba una cara vedada al público, oculta tras la espectacularidad de los shows.

Lady Newell observaba como músicos y técnicos trabajaban sin cesar, decididos a no repetir las dificultades del show anterior. Porque, durante la primera fecha en Santiago, los problemas de sonido fueron muy graves. No obstante, ella creía que el público chileno había sido muy afortunado, ya que pudieron ver lo que nadie antes había visto; es decir, cómo reacciona la banda cuando todo falla.

Efectivamente, el 26 ocurrió lo inimaginable. En mitad del set, el sonido de cortó, las pantallas gigantes fundieron a negro y la matrix de Kraftwerk se apagó. Imperturbables los robots, rápidamente restablecieron el sistema. Solo hicieron referencia a la momentánea desconexión mediante un irónico comentario de Ralph Hutter quien señalando la laptop de Fritz Hilpert exclamó ¡! OK COMPUTER !!.

Sin embargo, la falla de sonido de los alemanes no sería el único problema por solucionar. A poco de empezar la performance de Radiohead y mientras tocaban All I Need, imprevistamente Thom enojado se cruzó de brazos, dejó de cantar y abandonó el escenario. La banda cesó inmediatamente de tocar y el estadio enmudeció



http://www.youtube.com/watch?v=f9NVI-p8qxw


Nadie entendía qué estaba ocurriendo, mientras tanto los técnicos invadían el escenario. Los minutos pasaban y la tensión aumentaba. Thom no regresaba y la situación se volvió desesperante. Entonces Ed encaró al público y en perfecto español se disculpó. Si algo queda claro es que cuando el líder de la banda está fuera de control, Ed sostiene la escena.

Los chilenos respetuosos y pacientes esperaban a que el problema se solucionase. Si al principio el público estaba azorado, al rato todos en el Golden Circle estaban super divertidos, hacían bromas sobre el desperfecto técnico, le gritaban a Thom para se calmara y volviese de una vez por todas, charlaban con Ed, le devolvían los saludos a Colin. La situación se había vuelto muy entretenida.

Entre tanto Jonny como siempre se mantenía oculto de espaldas al público. Pero las chicas empezaron a lanzarle piropos y el clima se puso hot. Aunque tenía la cabeza gacha y el flequillo le tapaba la cara era evidente que le gustaba. Repentinamente levantó un brazo haciendo su discreto y habitual saludo y los fans respondieron coreando su nombre. Entonces sucedió algo absolutamente increíble, Jonny como si fuese zoolander respondió al fervor de sus fans parodiando poses de fisiculturismo, muerto de risa posaba para las fotos sacando músculo, haciendo muecas y lanzando besitos.

Lady Newell estaba estupefacta, nunca había visto nada igual. No había duda de que el latin tour estaba calentando a Radiohead a un grado tal que hasta el más tímido de la banda daba un espectáculo sexy.





Repentinamente volvió el sonido y el griterío fue ensordecedor. Thom intentó retomar el show pero otra vez todo falló. Enfurecido se fue al fondo del escenario y ya no volvió. Los fans clamaban, Colin se reía nerviosamente y Ed trataba de calmar los ánimos. Lejos de todo divismo los músicos mostraban una adorable vulnerabilidad. Justo cuando el show estaba a punto de peligrar, Thom volvió. Se ajustó los auriculares y esperó el retorno. Titubeante, comenzó a cantar Nude: jamás se lo había visto tan desnudo

http://www.youtube.com/watch?v=E0qVnWz_YL8






Lady Newell se sentó en una de las gradas vacías mientras el checksound continuaba. Daba gracias a todos los dioses por estar allí, exclusiva expectadora del ensayo de la banda. Vio a Plank alcanzar la guitarra a Thom que arrancó cantando Go Slowly. Luego continuó con Exit Music. Ella se paró al lado de la isla de sonido, en medio del Golden Circle, desde allí el sonido era impecable. Graham se mantenía atento a las indicaciones de Nigel que parecía estar controlando desde los monitores. El tercer tema fue Morning Bell y, por último, cerraron con fragmentos de Climbing up the Walls. Al terminar el ensayo, apareció Ralph Hutter, vestido de plateado, ubicó su laptop sobre un atril. Jonny se le acercó y juntos se quedaron un largo rato haciendo comentarios sobre el video Music no Stop que proyectaban en las pantallas gigantes


http://www.youtube.com/watch?v=qDde1es7aoU

Pasadas las cuatro de la tarde los músicos iban abandonando el escenario. Imperturbable, Duncan continuó afinando las guitarras, junto al resto de los roadies que en ningún momento dejaron de trabajar. La tienda del Waste ya estaba habilitada y un grupo de vendedores ambulantes empezó a preparar bandejas con gaseosas. Aparecieron los carabineros dando instrucciones al personal de seguridad que comenzó a movilizarse. Afuera la multitud - que durante tantos años los esperó - se agolpaba contra las puertas esperando habilitasen el acceso al estadio. Faltaba muy poco para que Radiohead cerrase el Latin Tour en Santiago con un show memorable





“Queremos agradecer a nuestro increíble equipo de produccion. ¡!
El mejor equipo del mundo ¡! que no necesita 50 camiones para salir de tour.
Ya saben a quien me refiero”
Thom Yorke